21 Oct 2013
La necesidad de llegar a gobernar marcando el rumbo gerencial seguro.
La necesidad de llegar a gobernar marcando el rumbo gerencial seguro.
El éxito en la vida tiene una clara norma, la estrategia a usar en el camino.
La estrategia del líder-candidato es fundamental en el rumbo seguro de su gestión gerencial. Esa estrategia debe contener estudios previos o diagnósticos de cada área que desea desarrollar en su plan de gobierno. Ello pasa por el equipo que acompaña la planificación previa y acompañará la futura gestión gerencial una vez logrado el objetivo, “ganar las elecciones”.
El equipo gerencial debe estar alineado con el plan estratégico, debe conocer las condiciones financieras, de gestión, de clima organizacional, de cumplimiento o nó de ofertas pasadas (políticas y de gestión interna), y este conocimiento, será fundamental en la acometida del plan de gobierno.
Muchos dirigentes que llegan a ser Alcaldes, consideran que el plan de gobierno solo tiene que ver con la gestión externa, obras públicas, recaudación, recolección de desechos, entre otros. Esta presunción, errada a mi entender, carece de profundidad, porque los primeros defensores de una gestión de gobierno, deben ser los trabajadores, quienes difundirán lo que internamente pasa, sea bueno o malo, impactando directamente en el ciudadano que es servido por las autoridades municipales. El caldo de cultivo está servido para ser aprovechado y abonado con una sana gestión, o para ser intoxicado por una gestión que no los toma en cosideración.
Las decisiones tomadas estratégicamente, (antes del primer día de gobierno, la primera etapa de 100 días, el primer año de gestión, los sucesivos, inclusive los planes que se ejecutarán en su reelección) darán resultados de alto impacto y percepción. De esta manera se va demostrando que hay consecución y coherencia de políticas públicas, gerenciales, administrativas, de Recursos Humanos, que alinean el discurso, hoy día tan desacreditado, con los hechos y resultados concretos alcanzados.
Ante un equipo gerencial eficiente y organizado, el personal rápidamente percibirá cuan profesionales son, cuanta “buena intensión traen” y los más importante, de cuanto han cumplido respecto a lo prometido y reforzando la honestidad y sinceridad del discurso frente a las acciones y hechos.
El equipo gerencial debe ser capaz de evaluar resultados, aceptar el disenzo, el fracaso, y rectificar cuando sea necesario, sin dejar de lado la humildad ni el objetivo estratégico planteado. No todo es discurso, de hecho, el discurso representará menos del 1% del esfuerzo, ante una gestión exitosa; el trabajador público lo reconoce de inmediato. Seguir las pautas de ese plan estratégico, debe estar claro para el equipo de trabajo, deberán estar en capacidad de impulsar que drene esa filosofía de trabajo hacia todos los los niveles.
Un equipo gerencial triunfador lo debe liderar el candidato. En la medida que ese candidato y su discurso no solo sea capaz de conseguir votos, sino que sea capaz de conseguir que sus colaboradores directos sean factores multiplicadores de ese liderazgo, con sus acciones concretas, en esa misma medida, los trabajadores, no importando la tendencia política, darán respaldo a la gestión de Recursos Humanos, y éstos últimos, serán los que en situaciones de coyuntura apoyarán la gestión que lidera por ejemplo, un Alcalde. Conocemos casos emblemáticos del éxito de la gestión coherente y su impacto positivo en el trabajador y por ende en el ambiente de trabajo.
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